De telones abiertos
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En el marco de las actividades de extensión de la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático "Margarita Xirgu", el pasado 23 de agosto en la Sala Héctor Tosar del Auditorio Nelly Goitiño, se llevó a cabo el DIA ABIERTO DE LA EMAD, destinado a los estudiantes de los sextos años del Bachillerato de Arte y Expresión de todo el territorio nacional, en coordinación con el Consejo de Educación Secundaria.
La jornada DIA ABIERTO DE LA EMAD tiene como objetivo acercar de manera viva y presencial las Carreras de Actuación, Diseño Teatral y la Tecnicatura Universitaria en Dramaturgia, a los estudiantes que están por egresar del segundo ciclo de Enseñanza Secundaria. Esta iniciativa forma parte de un plan de acciones organizadas entre la Coordinación del Bachillerato de Arte y la EMAD desde el año 2007. En este sentido, la EMAD recibió a estudiantes y profesores que han sido expresamente convocados por la Coordinación de los Bachilleratos Artísticos. Cada vez más el estudiantado de la EMAD se conforma por egresados del Bachillerato de Arte y Expresión, lo cual ha permitido una reflexión conjunta y un trabajo de coordinaciones que seguirá proyectándose en el futuro.
La actividad, que tuvo como maestro de ceremonias, al actor egresado de la EMAD, Rogelio Gracia, comenzó con una escena de Clown de los alumnos del profesor Alberto Sejas. Luego, el director artístico de la EMAD, profesor Santiago Sanguinetti, dio la bienvenida a los estudiantes, presentó la oferta académica de la Escuela y reflexionó sobre la importancia del arte en la sociedad contemporánea. "¿Para qué sirve el arte? Siempre me gusta pensar en esta respuesta, que es bastante desalentadora, puesto que el arte no existe absolutamente para nada", sentenció Sanguinetti. "A esa conclusión también llegó el escritor norteamericano Paul Auster, que cuando recibió el Premio de Literatura en España, tituló su discurso 'Un oficio inútil'. Él decía: ¿Qué sentido tiene el arte, y en particular el arte de narrar, en lo que llamamos mundo real? Ninguno que se me ocurra; al menos desde el punto de vista práctico. Un libro nunca ha alimentado el estómago de un niño hambriento. Un libro nunca ha impedido que la bala penetre en el cuerpo de la víctima. Un libro nunca ha evitado que una bomba caiga sobre civiles inocentes en el fragor de una guerra. Hay quien cree que una apreciación entusiasta del arte puede hacernos realmente mejores: más justos, más decentes, más sensibles, más comprensivos. Y quizá sea cierto; en algunos casos, raros y aislados. Pero no olvidemos que Hitler empezó siendo artista. Los tiranos y dictadores leen novelas. Los asesinos leen literatura en la cárcel. ¿Y quién puede decir que no disfrutan de los libros tanto como el que más? En otras palabras, el arte es inútil, al menos comparado con, digamos, el trabajo de un sanitario, un médico o un maquinista. Pero ¿qué tiene de malo la inutilidad? ¿Acaso la falta de sentido práctico supone que los libros, los cuadros y los cuartetos de cuerdas son una pura y simple pérdida de tiempo? Muchos lo creen. Pero yo sostengo que el valor del arte reside en su misma inutilidad; que la creación de una obra de arte es lo que nos distingue de las demás criaturas que pueblan este planeta, y lo que nos define, en lo esencial, como seres humanos. Hacer algo por puro placer, por la gracia de hacerlo".
"La actividad teatral es libertad en sí misma. Es una opción alternativa y contra-hegemónica, es decir, contraria a las lógicas del poder establecido, que ejemplifica nuestra libertad en un mundo cada vez más mercantilizado. No se aprende la libertad leyendo sobre ella, sino que se la experimenta ejerciéndola", continuó Sanguinetti. "La enseñanza artística es una enseñanza no sólo para la vida, sino para una vida en libertad. Yo les puedo asegurar que en la Escuela se van a encontrar con los docentes, y también estudiantes, más excéntricos, apasionados y amorosos que puedan encontrar en otros lugares, haciendo uso de ese ejercicio de libertad. Los invitamos a partir del año que viene a compartir esa locura y esa pasión, la misma locura y pasión que ya han demostrado ustedes al tomar esa decisión más que valiente de haber elegido el bachillerato de arte".
A continuación se representaron escenas de la Cueva de Salamanca, supervisadas por profesor Fernando Toja, y se exhibieron máscaras y vestuario, bajo la dirección de los profesores Enrique Badaró y Claudia Copetti. Más adelante, fue el turno de presenciar ejercicios de aula de estudiantes del profesor Enrique Permuy y un combate escénico dirigido por el profesor Flavio Della Cella. También se emitieron videos en los que la profesora Paula Villalba y el actor Rogelio Gracia dan testimonio de su pasaje por la Escuela y de cómo ésta contribuyó con sus carreras profesionales. Sobre el cierre de la actividad, la alumna Mariana Maeso interpretó el monólogo "Violentos". Finalmente, profesores y alumnos respondieron a las preguntas de una platea entusiasmada por saber un poco más sobre la EMAD, su plan de estudios y la futura inserción laboral.
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